Férula Michigan

La férula Michigan es lo que en odontología se conoce como férula de descarga y que se utiliza para solucionar diversos problemas bucodentales.

Se compone de un material acrílico totalmente biocompatible para su uso oral. Su principal cometido es tratar los síntomas del bruxismo, un hábito involuntario que sufre hoy día cerca del 12% de la población y que, de no tratarse adecuadamente a tiempo, puede ocasionar graves molestias y problemas en los dientes y la zona mandibular.

Además, esta férula permite corregir la posición de la mandíbula cuando al cerrar la boca su posición no es la adecuada y facilita rectificar las posiciones articulares inadecuadas que puedan producirse en la mordida.

El bruxismo

El bruxismo es el movimiento de lateralidad con presión en las mandíbulas que genera lo que se perciben comúnmente como un chirrido de dientes, un hábito involuntario muy dañino tanto para los dientes como para la mandíbula. Esto provoca que con el tiempo se dé un desgaste muy acusado en las piezas dentales además de otros problemas derivados.

El bruxismo no desaparece como hábito a menos que la persona alcance un nivel físico y mental de relajación en su vida que no genere este movimiento involuntario. Las férulas de descarga, por tanto, no son un tratamiento del origen del bruxismo sino de sus síntomas, que pueden extenderse hasta convertirse en cefaleas matutinas y migrañas.

Función de las férulas Michigan

Las férulas de descarga están consideradas como la mejor opción para corregir estas situaciones patológicas de las arcadas dentales que pueden resultar en lesiones dentales y la sobrecarga de los músculos. La férula de Michigan es semirrígida y se fabrica con resina acrílica a la medida de cada paciente, previa elaboración de un molde, de tal manera que todas sus piezas dentales encajen perfectamente en la férula y mantengan la posición correcta.

Normalmente, la férula Michigan se coloca solo en la arcada superior de modo que se evite que esas piezas dentales entren en contacto con las de la arcada inferior. Solo con ello, además de evitar el desgaste que produce el rechinar o rozamiento de dientes propio del bruxismo, hace que se disperse la energía producida por la fuerza oclusal al apretar los dientes y, por tanto, induce la relajación de los músculos faciales evitando el dolor mandibular.

A diferencia de otras férulas de descarga, la férula de Michigan es más rígida, por lo que ejerce un mejor efecto de amortiguación que aquellas otras que son más blandas. Esta condición hace también que sean más duraderas, llegando a tener una vida útil de hasta dos años, frente a los meses que duran otras, dependiendo de la fuerza del bruxismo.

Duración de la férula de descarga

La durabilidad de las férulas depende de los hábitos de limpieza de los pacientes. Si la férula de descarga no recibe una limpieza adecuada, puede sufrir cambios en su morfología, como mal olor, cambios de color, etc.

También hay que tener en cuenta los cambios en la dentadura de un paciente, ya sean por caídas de piezas dentales, implantes, movimientos por traumatismos… que suponen que una férula de descarga ya diseñada no sirva y se necesite una nueva.

Limpieza de la férula de descarga

Al igual que otros dispositivos dentales intraorales, se recomienda realizar una limpieza tras su uso empleando un jabón neutro o pasta de dientes incolora y un cepillo de dientes de dureza media. Simplemente hay que frotar concienzudamente la férula de descarga para eliminar cualquier resto de saliva que hay podido quedar tras llevarla durante la noche.

Es fundamental igualmente que se dé una buena limpieza bucal de la persona antes de su uso, recurriendo a métodos de limpieza interdental como cepillos interdentales o seda dental para evitar que puedan quedarse restos de alimentos entre los dientes que puedan generar un mal olor en el material de la férula de descarga. El uso de un irrigador es recomendable si la persona no tiene ningún problema de sensibilidad en las encías.